Soy viuda y llevaba muchos años convencida de que había dejado mi “etapa sexual” en el pasado. Cuando hice los ejercicios del curso Sexualidad saludable me di cuenta de que el placer es algo que solo depende de mí. Mejoró mi estado de ánimo general e incluso tuvo un efecto positivo en mi presión arterial.

Toda mi vida fui un tipo demasiado celoso e inseguro. Nunca me sentí pleno en la cama y me costaba mucho trabajo contenerme y no llegar al clímax en cuestión de minutos. Tampoco me preocupé por satisfacer a mis parejas. Con el curso me di cuenta de la causa de todo ese resentimiento y pude comenzar trabajar en mi autoestima como hombre

Siempre pensé que tenía un problema de disfunción eréctil. Con el curso me di cuenta de que el problema no era fisiológico, sino psicológico, ya que estaba reprimiendo mis verdaderas fantasías eróticas. Gracias a Sexualidad Saludable entendí que no hay nada malo en mí, y soy un hombre mucho más feliz.

Me daba mucha vergüenza admitir que nunca había tenido un orgasmo. Los fingí con mi esposo durante casi dos años de matrimonio hasta que acostarme con él terminó por volverse insoportable. Cuando me atreví a descargar el curso encontré las explicaciones que necesitaba para animarme a hablar del tema y solucionarlo.

Mi tía me regaló el curso después de tomarlo ella, me dijo que era importante que las mujeres jóvenes tuviéramos esa información. Yo pensaba que ya sabía todo de “sexo” pero los videos me abrieron los ojos y ahora me la paso corrigiendo los mitos y falsas creencias de mis amigas.

Me críe en un ambiente extremadamente intolerante y tradicionalista. En mis veinte me mudé a la ciudad y pude fundar mi propio despacho legal. Todo en mi vida iba aparentemente de “maravilla” pero mi intolerancia me impedía generar relaciones significativas y genuinas y también sentirme a gusto conmigo. El curso Sexualidad Saludable me ayudó mucho a identificar mis prejuicios y deshacerme de ellos.