Históricamente la masturbación ha sido considerada vergonzosa e invasiva cuando se trata de conocer el comportamiento individual de las personas, a pesar de ser una práctica tan gratificante y común.
Fue en los años 30 cuando la masturbación comenzó a verse como una práctica saludable, aunque hoy en día todavía existen mitos sobre la masturbación que interfieren con el pleno disfrute sexual tanto en hombre como en mujeres.
En esta entrega nos enfocamos en derribar los mitos más importantes sobre la masturbación para que empieces a disfrutar de verdadero placer sexual. Omitiremos la ceguera y los vellos en las manos porque, como ya habrás notado, no es cierto.
No eyacularas antes si te masturbas
Muchos hombres tienen la creencia que si se masturban eyacular precozmente o no podrán controlarse cuando estén en la intimidad con su pareja. La realidad es que la velocidad y el tipo de la masturbación está ligado a la respuesta eyaculatoria.
Así lo demuestra el estudio llevado a cabo por los investigadores del Hospital de la Universidad de Sun Yat-Sen, donde a nueve hombres con eyaculación precoz se les trató con terapia conductual a través de la auto masturbación regular de la raíz del pene.
Luego de tres meses de intervención, los hombres que presentaban una media de latencia eyaculatoria de 60 segundos pasaron a resistir en promedio 180 segundos al emplear la técnica de masturbación adecuada.
Esta técnica de masturbación permite disminuir la sensibilidad del glande durante las relaciones sexuales vaginales. Esto determina que el caso de la masturbación masculina el secreto se encuentra en la técnica que se emplee.
El tratamiento de la eyaculación precoz y lograr la intimidad placentera son parte de los objetivos de nuestro curso de sexualidad plena. Los resultados son inmediatos como lo demuestra el testimonio de Mauricio, quién descubrió las causas de sus inseguridades y pudo trabajar en ellas.
El deseo sexual no disminuye si te masturbas
Por lo general se asume que la masturbación y las relaciones sexuales están inversamente asociadas. Como mito de la masturbación, esta se ve como la salida de energía sexual, por lo que al momento de la intimidad falta voluntad, existe incapacidad por parte de la pareja e incluso se llega a ver a la masturbación como el sustituto del sexo.
Lo cierto es que la masturbación cumple tanto con un modelo complementario como compensatorio de las relaciones sexuales y obedece a la variabilidad del deseo sexual, el género y el descontento en la intimidad.
La estadística demuestra mayor tasa de masturbación en hombres y mujeres que desean tener más sexo, particularmente las mujeres sexualmente descontentas mostraron tasas de masturbación comparables a los hombres sexualmente satisfechos.
Esto no quiere decir que te masturbes cuando no alcancen la satisfacción sexual con tu pareja. En ese caso es necesario trabajar otros aspectos de la relación.
Simplemente demuestra que la masturbación no es limitante del acto sexual. Más bien es una estrategia complementaria para alcanzar el máximo placer sexual, siempre tendrás la opción de compartirlo con tu pareja o disfrutarlo a solas.
No estas loca, tus fantasías son normales
Durante la masturbación femenina empiezas a fantasear y descubres que las fantasías de violación son unas de tus favoritas. No entiendes qué pasa contigo pero el placer sexual que experimentas cuando evocas estos pensamientos es liberador, a pesar de ello sientes algo de culpa ¿cómo puedo llegar a pensar aquello?
No te preocupes, no estas sola ni tampoco has perdido la cabeza, entre el 31 al 57% de las mujeres indican que han tenido fantasías sexuales de violación y el 17% de ellas indica que son sus favoritas.
Esto tampoco significa que quieres ser violada, las fantasías son controladas y por lo general muy poco realistas, no se vinculan a la vida real.
Aunque las teorías apuntan al deseo sexual de rendirse a un hombre seleccionado, poderoso y atractivo y al deseo de obtener una sensación de peligro, emoción y pasión en la vida real, hay que considerar que cada quien tiene sus propias motivaciones.
Sea cual sea el caso, no te sientas mal por tener un deseo sexual femenino que se salgan del marco de lo socialmente correcto. Estas fantasías tienen un fin: darte el mayor estado de plenitud sexual con la masturbación.
La masturbación no es un acto inmoral
Las creencias religiosas, los aspectos culturales, la severidad de la crianza, las experiencias previas, entre otros, son factores que influyen en la percepción sobre la vida sexual.
En la mayoría de los casos la masturbación es vista como un acto inapropiado que debe ser señal de vergüenza y culpa. Sin embargo, si ponemos en perspectiva ciertas opiniones nos daremos cuenta de que la masturbación es un acto más de nuestra naturaleza humana.
Esta demostrado que llevar una dieta alta en carbohidratos simples o una vida sedentaria es dañino para la salud y aún así, son pocas las personas que enfocan sus esfuerzos por mejorar estos aspectos de su vida. Por otra parte, sabemos que la masturbación es una respuesta biológica y nos esforzamos para que parezca algo despreciable ¿Qué pasa con el mundo?
Si tienes dificultades para visualizar la mastubarción como un acto normal, fisiológico y saludable, toma nuestro curso de plenitud sexual, aclararemos todas tus dudas. Disfrutarás de Garantía de Satisfacción o devolución por 7 días, sin preguntas.
Debo masturbarme para estar bien con mi pareja
Cuando de terapia sexual se trata la masturbación en pareja se considera un elemento estimulador de la comunicación que permite alcanzar niveles de confianza óptimos.
Pero en muchos casos de pareja, el masturbarse como indicación terapéutica incrementa la tensión y la ansiedad en la intimidad, bien sea porque sienten mayor responsabilidad sobre esta actividad o porque simplemente como individuo o pareja no están preparados.
Antes de considerar a la masturbación en pareja como una herramienta estándar para tratar problemas en las relaciones, es necesario zanjar inconvenientes sobre creencias y conductas insanas que se tengan respecto al placer sexual.
Tal como lo demuestra el testimonio de Linda, que al tomar nuestro curso de sexualidad plena tuvo la oportunidad de abrir los ojos y deshacerse de esas falsas creencias que interfieren en su satisfacción sexual.
Como consejo final, deleitate con la masturbación y respeta los ritmos de tu cuerpo. Queda claro que la plenitud sexual la alcanzarás cuando descubras qué está bien para ti.
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